Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.
Salmo 138:8
En el Salmo 138:8, el salmista expresa una confianza profunda y una reverencia por la obra y el propósito de Dios en su vida. Al afirmar que “Jehová cumplirá su propósito en mí”, el salmista reconoce la soberanía y el control absoluto de Dios sobre todas las cosas. Esta declaración refleja una profunda confianza en la providencia divina y en la certeza de que Dios llevará a cabo su plan perfecto en medio de todas las circunstancias.
Además, el salmista destaca la misericordia eterna de Dios al afirmar que “tu misericordia, oh Jehová, es para siempre”. Esta declaración revela la comprensión del salmista de que el amor y la gracia de Dios son inagotables y están disponibles para todos aquellos que le temen y confían en Él. La misericordia de Dios es un tema recurrente en los Salmos, y aquí el salmista la reconoce como un aspecto fundamental de la naturaleza divina.
El salmista también hace una súplica a Dios al decir “no desampares la obra de tus manos”. Esta petición revela la dependencia del salmista en la fidelidad y el cuidado de Dios. A pesar de las dificultades y los desafíos que enfrenta, el salmista confía en que Dios nunca lo abandonará y que completará la obra que ha comenzado en él.
Esta declaración del salmista nos recuerda que, aunque a menudo no entendamos los caminos de Dios, podemos confiar en su amor y su sabiduría infinita. Dios está obrando constantemente en nuestras vidas, guiándonos y dirigiéndonos hacia su propósito perfecto. Nuestra tarea es confiar en él y seguir su liderazgo con fe y obediencia.
En nuestra propia vida, podemos encontrar consuelo y esperanza en las palabras del Salmo 138:8. Al igual que el salmista, podemos confiar en que Dios cumplirá su propósito en nosotros y que su misericordia y amor nunca nos abandonarán. Esto nos da la confianza y la fortaleza para enfrentar cualquier desafío que se nos presente, sabiendo que Dios está con nosotros en todo momento.
Que estas palabras del salmista nos inspiren a confiar más plenamente en Dios y a descansar en su amor y fidelidad. Que podamos recordar siempre que él es quien guía nuestras vidas y que su propósito para nosotros es bueno y perfecto.
