Reflexión de Mateo 5:16

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos..

Mateo 5:16

 Reflexión de Mateo 5:16

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres

Mateo 5:16 (Reina Valera)
«Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.»

En este pasaje, Jesús exhorta a sus discípulos a ser luz en un mundo lleno de tinieblas. La luz representa la verdad, la bondad y la justicia, mientras que las tinieblas simbolizan el pecado y la ignorancia. Jesús no solo nos llama a ser luz, sino que nos instruye sobre cómo manifestar esa luz: a través de nuestras buenas obras. No se trata solo de hacer buenas obras, sino de ser un reflejo vivo de la gracia y el amor de Dios en un mundo perdido. que a menudo Nuestra conducta debe reflejar la gloria de Dios, de manera que otros puedan verla y ser llevados a glorificar al Padre celestial.

Este verso encapsula un principio fundamental del mensaje de Jesús: que los creyentes deben ser agentes de cambio en el mundo, revelando el carácter de Dios a través de sus acciones. La vida del creyente debe ser una constante demostración de amor, compasión, justicia y verdad, de modo que aquellos que nos rodean puedan experimentar la presencia de Dios a través de nosotros.

Para comprender plenamente este pasaje, es crucial considerar el contexto en el que Jesús pronunció estas palabras. Mateo 5 forma parte del Sermón del Monte, donde Jesús enseña sobre la verdadera justicia y el reino de Dios. Aquí, Jesús desafía las interpretaciones legalistas de la Ley y enfatiza la importancia del corazón y la actitud interior. En este sentido, ser luz no se limita simplemente a realizar buenas acciones externas, sino que implica una transformación interna que refleja la naturaleza misma de Dios.

Versículos Contrastantes:

Juan 3:19-21 (Reina Valera):
«Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.»

Este pasaje contrasta la respuesta de aquellos que prefieren las tinieblas al rechazar la luz de Cristo con aquellos que vienen a la luz y practican la verdad, revelando así la obra de Dios en sus vidas.

Efesios 5:8-10 (Reina Valera):
«Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor.»

Este pasaje resalta la transformación que experimenta el creyente al pasar de las tinieblas a la luz en Cristo, y cómo esta transformación se manifiesta en una vida caracterizada por la bondad, la justicia y la verdad.

En resumen, Mateo 5:16 nos llama a ser luz en un mundo oscuro, mostrando las obras de Dios a través de nuestras vidas, y al hacerlo, glorificar a nuestro Padre celestial.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

¿Has considerado alguna vez el poder de una sola lampara encendida en medio de la oscuridad? Imagina por un momento una vela encendida en una habitación oscura. ¿No es sorprendente cómo esa pequeña luz puede disipar la oscuridad que la rodea?

Así es como Jesús nos llama a vivir en este mundo. En Mateo 5:16, nos insta a ser esa luz brillante en medio de la oscuridad. No se trata solo de hacer buenas obras, sino de ser un reflejo vivo de la gracia y el amor de Dios en un mundo que a menudo parece envuelto en tinieblas.

Cada acto de bondad, cada palabra de aliento, cada gesto de amor auténtico es como encender una nueva vela en la oscuridad. Y cuando nuestras acciones son impulsadas por el amor de Dios, esa luz resplandece aún más brillante, atrayendo a otros hacia la verdad y la esperanza que encontramos en Cristo.

Entonces, ¿qué esperamos? No permitamos que el miedo o la duda nos detengan. En lugar de eso, permitamos que la luz de Cristo brille a través de nosotros, iluminando el camino para aquellos que aún caminan en la oscuridad. Porque cuando permitimos que Dios use nuestras vidas para glorificarlo, estamos cumpliendo el propósito para el cual fuimos creados.

Que cada día sea una oportunidad para ser esa luz en un mundo que tanto lo necesita.

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