Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

.

Salmos 19:14

 Reflexión de Salmos 19:14



Al meditar en el Salmo 19-14, es importante considerar el contexto en el que el salmista expresa su deseo de que las palabras de su boca y los pensamientos de su corazón sean aceptables delante de Dios, su roca y su redentor. Este versículo nos lleva a reflexionar sobre la importancia de nuestras palabras y pensamientos en la adoración y relación con Dios. Nos invita a reconocer que todo lo que expresamos debe reflejar la grandeza y la santidad de nuestro Señor.


Salmos 19-14 nos recuerda la importancia de guardar nuestra lengua y nuestros pensamientos conforme a la voluntad de Dios. En Proverbios 16-24 se nos enseña que palabras amables son como un panal de miel, dulces para el alma y medicina para el cuerpo. En Mateo 12-34 Jesús nos advierte que de la abundancia del corazón habla la boca, mostrando que lo que decimos revela lo que hay en nuestro interior. Y en Filipenses 4-8 se nos instruye a pensar en todo lo verdadero, honesto, justo, puro, amable, digno de alabanza, lo que nos ayuda a mantener nuestros pensamientos en línea con la Palabra de Dios.


Nuestro lenguaje y pensamientos tienen un impacto profundo en nuestra vida espiritual y en nuestras relaciones con los demás. Cuando nuestras palabras y pensamientos están en armonía con la voluntad de Dios, honramos su nombre y fortalecemos nuestra comunión con Él. Es por eso que el salmista clama en Salmos 19-14 para que sus palabras y pensamientos sean aceptables delante de Dios, reconociendo que solo en Él encontramos redención y protección.

En un mundo donde las palabras pueden ser hirientes y los pensamientos pueden estar llenos de negatividad, es crucial que como creyentes busquemos la guía del Espíritu Santo para controlar nuestra lengua y renovar nuestra mente conforme a la verdad de Dios. Que nuestras palabras sean de edificación, consuelo y alabanza, y que nuestros pensamientos estén centrados en la bondad y la gracia de nuestro Señor.

Que Salmos 19-14 sea nuestra oración constante, anhelando que todo lo que digamos y pensemos sea agradable a los ojos de Dios, sabiendo que Él es nuestra fortaleza y nuestro redentor. Que cada palabra que pronunciemos y cada pensamiento que tengamos refleje la luz y el amor de Cristo, para gloria de Su nombre. ¡Que Dios nos ayude a vivir en integridad y santidad en todas nuestras expresiones!

que nuestras vidas y nuestros labios reflejen el amor de Dios en nosotros para que sean agradable a los ojos de Dios y a las demás personas para que seamos de testimonio y conozcan a Dios por nuestro cambió. Dios los bendiga mi queridos hermanos.



.

0:00

Author

Write A Comment